¿Cuál es el miedo a enamorarse?: Lo entiendo y, a la vez, no
No todo el mundo merece enamorarse ni que se enamoren de ellos, pero aquellos que sí, deben darse la oportunidad
Desde antes de comenzar el newsletter, esta pregunta forma parte de lista de ideas para escribir y ahora creo tener la respuesta. Escribo “creo” porque mi opinión, al igual que el amor, es subjetivo. Ninguna de las dos se puede medir, solo se pueden sentir. Aunque mucha gente trata de callar lo que honestamente opinan o esconder lo que verdaderamente sienten. Algo así como, el que lo exprese primero, pierde.
He llegado a leer en las redes sociales a personas que escriben sobre la acción de enamorarse como un acto de derrota. Donde aquel que se enamora muestra su vunerabilidad y eso es un pecado mortal, según ellos. En persona también he presenciado este tipo de interacciones donde es un orgullo decir: “Ah no, no estoy enamorado. ¿Qué es eso? ¿Estás loco?”. La persona no debe expresar su sentir nunca, automáticamente, entra en una competencia donde el más fuerte y seco, es la persona ganadora.
Primero escribiré sobre el lado en donde les entiendo. La razón principal se debe a evitar que le rompan el corazón. Enamorarse es como exponer el corazón al aire libre donde lo pueden abrazar, pero también lo pueden maltratar y pisotear. Sin embargo, es un acto abstracto donde muchas veces no tenemos el control. Si pasa, pasa y punto. Por ese mismo motivo reconozco que no siempre uno se lleva una bonita experiencia y puede llegar a doler mucho. A tal nivel donde quieres con todas tus fuerzas evitar volver a experimentar eso.
En donde no entiendo el miedo a enamorarse cae sobre esa visión negativa, de antemano, a lo que sucederá. Es un tipo de ansiedad o preocupación que mete todos los sucesos negativos que has experimentado o han experimentado a tu alrededor y piensas: “Esto es lo que me pasará a mí”, sin ni siquiera haber intentado algo (siempre y cuando la persona no trae red flags consigo). De igual forma, uno tiene que estar abierto a esa tipo de interacción.
Enamorarse y no ser correspondido puede llegar a ser uno de los momentos más incómodos que uno pueda sentir. Con tal de respetar a la otra persona y a mí, ¿cómo hago que este sentimiento desaparezca? No obstante, al ser correspondido, poder llevar la interacción a una relación seria, construir un camino junto a esa persona y sentir que valoran tu presencia desde un ámbito amoroso y sexual, puede llegar a ser uno de los momentos más hermosos que nos regala la vida.
Mi libro El bachillerato: Donde todo y nada pasa está disponible en Amazon.
Si te gustó lo que leíste te invito a comentarlo, compartirlo en tus redes sociales y avisar a tus seres queridos sobre la existencia de este newsletter.
Muchas gracias por leerme, te lo agradezco.