Llevaba caminando cerca de una hora por casa, y sin mentir escuché un total de 23 bocinazos en ese tramo. Esa experiencia me hizo preguntarme: “¿Por qué sucede esto?”. Luego me tocó a mí estar al volante y recibí la misma cantidad de bocinazos sin tráfico.
Desde que llegué a los Estados Unidos, noté que la gente en la ciudad (también en otros lugares) usa la bocina del carro sin dudarlo. Pensé que en mi isla la gente lo usa mucho, pero se quedan corto en comparación con los estadounidenses y eso es una buena señal, de alguna manera.
Impaciencia
Pensé que era solo en la semana por la escuela y el trabajo, todos quieren llegar rápido a cada lugar. Así que entrevisté a una persona sobre este asunto y lo que me dijo solo justificaba su acción… “La gente no puede ser lenta en la ciudad, eso es todo”.
Luego noté que lo mismo sucede los fines de semana y a altas horas de la noche, por lo que todos quieren ir rápido a todas partes, sin importar la hora o el lugar. ¿Por qué hay tanta impaciencia, urgencia e ira alrededor? No lo sé, todavía. Pensé, al principio, que era sólo un mood.
Reacciones
Cuando vi la reacción de la gente a los bocinazos, inmediatamente entendí que este comportamiento es un estilo de vida para casi todos dentro de un carro. Un ejemplo de esa interacción diaria en las calles es cuando la persona a la que le tocan la bocina porque no arrancó cuando el semáforo cambió a verde demostró su rabia bajando la el cristal y enseñó el “dedo malo” al que le tocó bocina.
El “bocinador” lo hizo una y otra vez en respuesta al insulto. Ambos hicieron gestos con las manos o gritaron a través de la ventana del carro porque ninguno quiso ignorar la situación y seguir conduciendo. Lo gracioso (y no gracioso) es que en el próximo semáforo o parada va a volver a pasar, pero probablemente con otra persona.
Posibles soluciones
Determiné que tocar la bocina es un comportamiento cultural, por lo que es difícil de cambiar, pero puedo fantasear con posibles soluciones:
1. Quitar la bocina de los carros: El problema aquí es que a veces puede ser útil para una emergencia o para alertar sobre cualquier situación.
2. Usar más el transporte público, bicicletas o caminar: Estas personas también experimentan bocinazos porque no es su turno para cruzar, por ejemplo.
3. Promover la paciencia: Actualmente, las personas no tienen tiempo para practicar su respiración.
La gente debe tomárselo con calma con sus bocinazos porque pronto habrá un Royal Rumble en las calles y no quiero estar en medio de eso. No porque seré parte de ello, sino porque, posiblemente, estaré caminando y eso sucederá frente a mis ojos. Estar en medio de esa pelea no es una experiencia que quiera narrar en el futuro.
Una cosa que sé es que los que dan bocinazos son muy agresivos y la gente que los recibe aún más… Yo soy de los que maldije cuando alguien me tocó la bocina porque la luz cambió a verde hace un microsegundo. Pero lo hice en español y ninguno me entendió porque, sin gestos, pareció como si nada hubiera pasado.
“Respira, amigo mío, respira. Ese es solo su estilo de vida”, me dije después de eso.
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